El acuario holandes

Por: Pablo Siebers Gadella
Socio de honor de la A.E.A., hombre de reconocido prestigio en el mundo de la acuariofilia española, articulista de la mayoría de revistas nacionales, ha sido asesor de una firma comercial de productos de acuariofilia.


En el acuario holandés se busca conscientemente la estética y la arquitectura de la jardinería subacuática, aprovechando de forma óptima el efecto de las formas y colores de las plantas. Más de cincuenta años de competiciones domiciliarias en sus clubes y federación han hecho de los holandeses expertos en esta forma de acuariofilia.

Actualmente se conoce este tipo de acuario en todo el mundo como «El Acuario Holandés», excepto en la propia Holanda donde lo llaman «acuario tipo Leiden», que es la ciudad donde empezaron hace ya muchos años, con este estilo. Las plantas son la base principal, pero también los peces se encuentran en un Acuario Holandés en una función biológica y estética armónicamente integrada.

A. Para el acuario holandés, al ser sobre todo un elemento muy decorativo, son importantes las siguientes observaciones:

La primera impresión

Un acuario normalmente se ubica en un espacio cerrado (sala de estar, despacho, etc.). El acuario en tal habitación no debe ser solamente «un recipiente con plantas y pececillos», sino encajar en el ambiente y formar una pieza justificada de este. Además, éste debe dar una agradable impresión, tanto en su interior como su exterior. El agua debe ser clara. La superficie del agua tiene que coincidir con el remate superior. Los accesorios como filtros etc. deben estar ocultos y fuera de la vista del observador.

Alrededor del acuario debe existir una cierta tranquilidad. No ha de ser un escaparate de multitud de cosas que no vienen a cuento, aunque un pequeño objeto de arte o una planta, colocada para romper la monotonía de una larga línea, puede embellecer el conjunto.

La decoración

La mejor manera para decorar cualquier acuario es buscar un aspecto natural, aunque no exista un biotopo natural que se parezca a un acuario holandés. Sin embargo, todas sus plantas se encuentran en la naturaleza. También un jardín, bien diseñado, nos da una impresión natural, a pesar de juntar muchas más especies de plantas de las que muestra un paraje natural. Un acuario holandés podemos decorarlo como un jardín sumergido.

Aprovechamos al máximo las diferentes características de las plantas para la decoración. Trabajamos con grupos de plantas y alguna solitaria para atraer la vista a un punto determinado. Evitamos colocar juntas, aquellas plantas, que aún siendo de diferentes especies, tienen hojas parecidas. Buscamos contrastes en las diferentes formas, tonalidades de verde e incluso usamos plantas rojas, aunque con arte. Colocar plantas rojas en varios lugares del acuario a la vez, puede llegar a ser inquietante.

Colocamos las plantas altas en la parte trasera, pero dejando un hueco entre los bosques, simulamos más profundidad. Este mismo efecto lo conseguimos, haciendo un «callejón» de plantas, todas de la misma especie, pero aumentando en altura hacia atrás. Debemos huir de la simetría, evitando que la decoración cree la impresión de un acuario dividido en dos o en cuatro.

La posición y construcción del suelo y las paredes laterales y traseras no pueden ser monótonas. La mayoría de los acuarios mejorarían creando diferentes niveles en el suelo.

Las terrazas o paredes no se deben ocultar totalmente. Podemos fabricar unas barreras, prácticamente invisibles, de cristal o plástico transparente y cuidar también de tapar las uniones entre ellas. Estas barreras que sujetan en vertical las terrazas, tienen, al ser transparentes, el aspecto de la gravilla que no es molesto si queda en algún punto visible entre las plantas, piedras o troncos, que coloquemos delante.

Las plantas son la base principal, pero otros diferentes componentes de la decoración no tienen que chocar con el aspecto natural. La utilización de piedras, troncos o ramas de madera curada, palos de bambú, etc. deben formar un conjunto armónico. Generalmente
no resulta muy natural si la superficie del suelo, que queda visible, es demasiado clara.

Tanto para muchas especies de peces como para el observador, un suelo oscuro resultará más agradable. Lo contrario ocurre cuando el suelo se presenta como un borde oscuro en la parte frontal del acuario. En este caso, es mejor tapar esta franja con algo en armonía al exterior del acuario o con el mueble que lo soporta. Por supuesto, en una buena decoración, todos los accesorios técnicos deben estar ocultos y las paredes no parecer espejos. En este caso, debe ocultarlos en lo posible por la vegetación. Al final, el observador debe experimentar el conjunto como un bonito acuario y sobre todo, muy natural.

Estos detalles y trucos no nos sirven de mucho, si empezamos a trabajar sin tener una idea clara del resultado final que perseguimos. Para ayudar a nuestra imaginación es mejor fijar nuestras ideas en un papel. Este dibujo a escala, lo llamamos un «esquema de plantación», aunque aparte de las plantas reflejará también los demás elementos de decoración. Un diseño propio siempre es recomendable y tiene más mérito que la imitación de un acuario campeón.

Decoración (zonas oscuras): Piedras o madera petrificada delante de las terrazas, éstas con una diferencia de nivel de 10-15 cm.

Condiciones óptimas para las plantas: pH 6,5-7,0; dKH 3-6; Temperatura 24-26 ºC. Indicación aproximada del número de plantas o tallos adecuadas para la plantación inicial.

    Ejemplo de un esquema de plantación. Dimensiones del acuario: 125 x 40 x 40 cm.
Número EsquemaEspecie de plantaCantidad de plantas
1Hygrophylla difformis6
2Myriophyllum aquaticum (verde) 3
3 Hygrophila polysperma  10
4 Limnophila sessiliflora8
5 Cryptocoryne becketii  5
6Hydrocotyle leucocephala3
7Echinodorus tenellus10
8Rotala rotundifolia 5
9Nymphaea lotus (verde) 1
10Lobelia cardinalis15
11Vallisneria gigantea2
12Cryptocoryne petchii10
13Alternanthera reineckii5
14Echinodorus osiris 1
15Vallisneria asiatica var. biwaensis (hojas torcidas)5
16Microsorium pteropus3
17Hygrophila guianensis7
18Echinodorus bleheri3
Total de plantas/tallos102

Estética del conjunto de peces

Entendemos aquí, como elección de especies, puramente el aspecto exterior de la población de peces, o sea, la combinación de los colores, proporción de las diferentes formas de peces entre ellos y su ubicación en el acuario. No exclusivamente peces de superficie o habitantes de fondo, sino una combinación de especies que suelen ocupar la parte superior, media e inferior del acuario. También en la naturaleza, la mayoría de las veces tanto las capas superiores del agua como las inferiores tienen su población específica. Una combinación de peces demasiado ‘plateada’ y sin contrastes, biológicamente tal vez justificado, estéticamente no es una elección acertada. Tampoco una combinación de peces oblongos exclusivos, porque dan un aspecto demasiado monótono. También el tamaño de los peces en relación con el conjunto juega un papel.

B. La instalación y los elementos técnicos necesarios para el acuario holandés son básicamente igual a los de cualquier acuario de conjunto con plantas. Sin embargo, son importantes las siguientes observaciones:

La filtración

En el acuario holandés la densidad de la población de peces conviene que sea algo inferior que en otros acuarios de conjunto (máximo alrededor de 1 cm de pez por cada litro y medio del volumen de agua), mientras la densidad de la vegetación es mucho mayor. En vista de que las plantas ayudarán como filtro vegetal y la carga orgánica es menor, un caudal real, que hace pasar el volumen total del agua cada hora 1,5 veces por el filtro, será suficiente. Además, el movimiento necesario del agua nunca debe ser excesivo. El sistema de filtración debe ser biológico, en un circuito cerrado y exterior; los filtros de placa interior no son compatibles con esta vegetación y tampoco los
del tipo seco-húmedo por restar mucho bióxido de carbono (CO[2]) al agua.

La iluminación

Las necesidades de las diferentes especies de plantas requieren una fuerte iluminación, aunque no es necesario recurrir a las lámparas de halogenuros metálicos. Como orientación podemos decir que para una iluminación con lámparas fluorescentes necesitamos instalar entre 0,5 y 1 watio por  cada litro de volumen del acuario.
Unas lámparas fluorescentes con excelentes resultados para el desarrollo de las plantas son las que los fabricantes Philips, Osram y Sylvania indican con el código cromático 840.

Es importante tener varias lámparas que cubran la totalidad de la superficie del acuario y que tengan un encendido individualizado y regulado por relojes programadores. De esta manera podemos «jugar» con la luz según las necesidades de las plantas. Después de la primera plantación bastará con una iluminación mínima, que debemos aumentar paulatinamente cuando las plantas empiecen a formar nuevas hojas, para terminar con la máxima, cuando toda la vegetación esté en pleno desarrollo. Si encendemos desde el principio toda la luz provocaremos una explosiva invasión de algas, que se aprovecharán de esta luz que las plantas aún no necesitan. El encendido individualizado nos permite también imitar la salida y puesta del sol, que agradecerán tanto peces como  plantas.

Los abonos

El acuario holandés necesita un suelo nutritivo, como despensa o deposito de alimentos para aquellas plantas que se nutren por sus raíces. Estas plantas de pantano o palustres no viven siempre sumergidas en la naturaleza y se diferencian de las verdaderas plantas acuáticas por las raíces que son generalmente más gruesas y carnosas y un tejido que normalmente es más rígido. Actualmente encontramos en las tiendas suelos nutritivos de diferentes tipos y marcas. Para que las raíces tengan suficiente espacio el grosor total del suelo debe ser entre siete y diez centímetros. Para la parte delantera, con plantas pequeñas y bajas, podemos conformarnos con un mínimo de tres centímetros. Teniendo el suelo como depósito de nutrientes, tendremos asegurado, en gran medida, la alimentación de las plantas durante unos cuatro años (o más).

Indudablemente los nutrientes son consumidos y el depósito no es eterno, pero no hay que olvidar que los cambios regulares del agua y en menor proporción los restos de comida y las heces de los peces, añaden de nuevo nutrientes. Las verdaderas plantas acuáticas, las que viven siempre sumergidas, pueden extraer su alimento, por medio de células absorbentes en sus hojas y tallos, directamente del agua, mientras sus raíces servirán principalmente para su sujeción. Son además, las que crecen más rápido y aportan más oxígeno al agua del acuario. Es recomendable que un un acuario contenga un 40-50% de plantas de este grupo. Con la presencia de abonos en el suelo, algo de estos, llega también al agua y generalmente es suficiente. No obstante, si observamos una anormalidad en el crecimiento de éstas plantas podemos añadir algún abono liquido al agua, pero siempre en una cantidad y con una frecuencia mucho menor que en el caso de no disponer de un suelo nutritivo. No hay que olvidar que un exceso de abonos disueltos en el agua también puede ser perjudicial y además, provocará la rápida aparición de algas que se aprovecharán del mismo.

Siempre tenemos que cuidar de la suficiente presencia de dos elementos necesarios para las plantas. Estos son el hierro y el bióxido de carbono y no son almacenables en el suelo. Para evitar a nuestras plantas la enfermedad, llamado Clorosis Férrica, debemos asegurar una concentración entre 0,5 y 2 mg/l de hierro en el agua del acuario, pero no superar los 2 mg/l para no dañar a los peces. Necesitamos pues un medidor o test de hierro que conseguiremos en las tiendas especializadas al igual que el propio
abono de hierro.

En acuarios con un funcionamiento equilibrado el bióxido de carbono (CO2) es producido por las bacterias nitrificantes, por los peces y durante la noche también por las propias plantas. En un acuario holandés la abundante vegetación absorbe el CO2 en las primeras horas de iluminación, momento en que se produce una carencia, que (si no abonamos) frenará el desarrollo de las plantas.

Para asegurar un desarrollo óptimo durante la totalidad del periodo de iluminación, el agua debe de contener por lo menos 10 mg de CO2 por litro. Un contenido demasiado alto (más de 25 mg por litro) puede ser fatal para los peces. En el mercado acuariófilo podemos encontrar los equipos que dosifican este gas según las necesidades del acuario y los hay incluso con un control automático para mantenerlo dentro de los niveles mencionados.

El mantenimiento

Las labores del mantenimiento del acuario holandés son básicamente igual a las de cualquier otro acuario, aunque necesita una mayor intervención sobre las plantas para mantenerlas en sus ubicaciónes y tamaños deseados. Por tanto, el cuidador, además de
conocer las necesidades y comportamientos de las diferentes especies de plantas, debe ser también un buen jardinero acuático y sobre todo dominar el arte de una poda correcta para cada especie.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Diversas publicaciones y el Reglamento de Concursos de la Federación Holandesa de Acuariófilos «Aqua Terra»