Escalares Reproducción y cría.

Por Enrique Dauner
(cortesía del Club Acuariófilo de Getxo, publicado en su boletín informativo cultural nº 2, año II)

Aunque no es muy complicado, si es necesario mantener unas mínimas condiciones para conseguirla: T 25,5ºC; pH 6,8; gH 4-5; y al menos un tanque de 75 litros. Aconsejaría que el acuario de cría tenga un sustrato de piedra de sílice muy fina, para evitar que los alevines queden atrapados entre la piedra y mueran durante sus primeros
intentos de natación.

Colocaremos unas plantas de hojas anchas y una piedra de pizarra de unos 5 cm. de ancho apoyada contra una de las esquinas del acuario, para que la pareja tenga posibles lugares de desove. Es necesario partir de un grupo de al menos 5 ejemplares jóvenes (evitando consanguinidad, para no tener problemas de malformaciones genéticas).
Debemos dejar que ellos hagan libremente sus parejas, siendo un error pensar que un macho y una hembra, solo por el hecho de serlo, son pareja.

Tras unos 4 meses de espera, en los que nuestros escalares experimentarán un rápido crecimiento (si están bien alimentados), empezaremos a observar unas pautas de comportamiento diferentes. El acuario se volverá un verdadero campo de batalla, con constantes ataques, que tienen como finalidad la defensa de ciertos territorios.

Una vez formada la pareja, nadará desplazándose conjuntamente por una parte del acuario, sin dejar acercarse a ningún otro pez, es el momento en el que debemos retirar al resto de los escalares. Para mantener el instinto de defensa es aconsejable dejar algún pez de fondo (corydora). La pareja aislada empezará a desarrollar unos comportamientos algo nerviosos, siendo normal verles nadar contra el cristal. Buscará un lugar (hoja, pizarra, cristal, …) adecuado para la puesta, que limpiarán meticulosamente con la boca.

Finalmente la hembra realizará pasadas rozando el vientre y soltando los huevos, que serán fecundados a continuación por el macho. Dependiendo principalmente del tamaño de la hembra, la cantidad de huevos depositados puede oscilar entre los 200 y los 400. Una vez terminado el desove, la pareja hace circular el agua mediante constantes movimientos de sus aletas pectorales. La eclosión se produce de 2 a 3 días y durante los 4 ó 5 siguientes, los alevines se alimentarán de su saco vitelino.

A partir de este momento tendremos que empezar a alimentarlos. Durante la primera semana, la alimentación de los recién nacidos consistirá en yema de huevo cocido, que tamizaremos para hacerla más fina.

Posteriormente se les puede dar artemia salina recién eclosionada o en su defecto gusanos Grindall. Un sistema alternativo al explicado, consiste en retirar los huevos ya fertilizados a otro acuario en el que colocaremos un compresor que distribuya las burbujas de aire por los alrededores de la puesta, ocupándonos al mismo tiempo de retirar los huevos que vayan quedando blancos.

Algunos acuariófilos, en vez de utilizar un segundo acuario, introducen los alevines en un bote de cristal (+/- 1 litro) dejándolo flotar en el mismo acuario de cría. Este segundo método es el utilizado por los criadores profesionales para sacar adelante el mayor número de ejemplares, puesto que logran que los padres no se coman las puestas o posteriormente los alevines. Si en un primer intento no conseguimos la reproducción de nuestros escalares no hay que desanimarse, puesto que más o menos 15 días después, tendremos una nueva oportunidad.

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